Cuando la inflamación pasa de ser aguda a crónica durando de semanas a años (inflamación latente), ésta puede conducir a enfermedades que afectan nuestro sistema inmune tales como: artritis reumatoide, asma y enfermedades intestinales inflamatorias crónicas (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, etc), por mencionar algunas de ellas. Aquellos con inflamación crónica tienen además un mayor riesgo de sufrir de obesidad, aterosclerosis, diabetes tipo 2, enfermedades del corazón, distintos tipos de demencia y cáncer.
Inflammation is a natural process that protects the body from an injury or exposure to a harmful substance.
DIETA ANTI-INFLAMATORIA
Otros alimentos también considerados anti-inflamatorios son: la carne de ave, los granos integrales, semillas y los frutos secos.
CONSIDERACIONES GENERALES
Con respecto a los fitonutrientes, escoja frutas y verduras de diferentes colores cada semana y así de fácil se asegurará de estar consumiendo todo el espectro completo de nutrientes vegetales.
¿Y si los vegetales no son lo suyo?
Trate de comerlos agregándolos a platillos como «caserolas» o «sopas».
Por otro lado, mantenga siempre en el congelador una bolsa de vegetales congelados. Contrario a lo popularmente se dice, los vegetales congelados son tan nutritivos como los recién comprados en la feria del agricultor, en la verdulería o en las grandes cadenas de supermercados.
Cumplir con los requerimientos nutricionales que nuestro cuerpo necesita es más sencillo de lo que parece. Propóngase comprar un vegetal distinto cada semana o consumir un nuevo producto rico en omega 3.
A todos nos gusta darnos un gustito de vez en cuando, la idea es hacerlo con moderación.
Siempre y cuando las comidas que hagamos estén cargadas de una buena variedad de alimentos saludables (la mayor parte del tiempo), no hay razón para sentirnos culpables por la copa de helado que nos comimos el fin de semana, o por el postre de la abuela.
Alimentarnos mejor es clave para reforzar nuestro sistema inmunológico.